Ya quisiera Quevedo haber vivido
para ensalzar a las putas de su vida
en un mundo tan canalla y pervertido
y con tantisima ocasión a una corrida
.
Que a la lujuria tremenda que nos mueve
el demonio a puesto imagen y sonido
y la ciencia consiguio a ese impulso breve
convertirlo en un periodo mantenido
.
Y a ellas las ha librado de embarazo
y a poco que les soples en la oreja
abren sus muslos y te ofrecen su regazo
.
Que las doncellas se incendian a distancia
y descubres en el momento que te has ido
que una chica jadeaba en esa estancia
y en la contigua roncaba su marido.
.
Ya casi nadie clama contra el vicio,
pues por deporte honrado se ha tenido,
aquí todos practican el fornicio
y se exponen a las iras de cupido.
.
Las cortesanas otrora dependientes
solo buscan el placer con los amigos
y los tratan como iguales, no clientes.
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