viernes, 29 de junio de 2012

Sonetillos jocosos



Paulino estaba estresado
y pensó para calmarse
en hacerse un buen asado
y acostarse hasta torrarse

Pero en esto el tarambana
que guisaba en la cocina
fue a asomarse a la ventana
y fijose en la vecina,

que con la ventana abierta,
bellas curvas y sin ropa
se mostraba bien despierta.

Orientaba la corriente
entre sus muslos mojados
y recordaba a la gente
que allí fueron conquistados

Y es que contra la calor
o te bebes un gazpacho
o te tumbas sin rubor
en el sofá del despacho,

pones el ventilador
y piensas en otras cosas
hasta que acabe el horror


Al vecino, las visiones
cortaron el apetito
y bajando sus calzones 
empezó a tocarse el pito

pero entonces, diole tos
y mirando de soslayo
pudieron verse los dos
con la presteza del rayo.

Ya no hubieron de mirarse
pues a oscuras al rellano
fueron a refocilarse

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