Detener el reloj,
parar el tiempo
y vivir en la estela
de tu aliento.
Consumir la agonía
de ese soñar
mientras la espera
de encontrarnos,
unirnos
y hacerte mía.
La infinita ansiedad
que a mi me embarga
solo pueden pararla
tus sonrisas,
pues el cálido ambiente
que destilan
puede parar la helada
que amenaza
que tras tiempo florido
no cuaje el fruto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario