sábado, 6 de septiembre de 2014

Sábado



Y llegó el sábado en silencio
para inventariar toda la semana
con su media jornada de trabajo
y ajetreadas prisas al asueto.

Es sábado sí, y yo te espero,
como espero el encuentro cotidiano
y la siesta que cese la vorágine
donde pueda encontrar en ti mi cielo.

Pues mi lengua anda ansiosa por tus poros,
mis oídos necesitan tus gemidos,
tus efluvios necesitan ser olidos
y rehacernos como se rehacen los amantes. 

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