Oh ninfa de las riberas
entre los rayos del alba
que impregnaron mis pupilas
cuando entreabrí la mirada
quedé prendado de verte
entre el zumbar de las alas
de guardabalsas violetas
y mariposas aladas
y los rayos de luz clara
que rebotaban del agua
entre cañizos y juncos
donde posees tu morada
Vi tu blandos pechos blancos
al apartar unas ramas
y la sonrisa en tu cara
mostrando que me soñabas
Sobre una capa de musgo
de culantrillo y helechos
yacías saliendo del sueño
y conquistaste mi alma
Quedé prendado de verte
esclavo de tu mirada
buscando palpar tus muslos,
tu vientre y besar tu cara.
Ahí tus brazos me cazaron
y entre un vaivén de mil cañas
me fundí en tus oquedades
abonando tus entrañas.
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