jueves, 8 de marzo de 2012

A las oídas




Lejos, 
anclado a la bahía
de este Mar de Alborán
que me inunda de salitre,
pondría yo rumbo a las oídas.
Pues bueno es vivir al socaire de las olas
competir con las gaviotas,
mecerse con la brisa,
o acariciar a la luna
en un baño nocturno y clandestino.
Pero el ocho,
este ocho a las ocho,
sueño con ser pirata.
Y los enclaves viran
desde los mares del sur a la meseta.
Y serán tantas las musas,
que en el enclave joven se den cita,
que no me basta con el otero de mis gavias.
No, 
El corazón me pide valentía
y puede que lo pierda
si tú estás en Arganda
y yo aquí en Alborán
anclado en Almería.


   

2 comentarios:

  1. es un caligrama con forma de peón...lo has hecho a propósito?...o es casualidad?..no lo tengo claro que no sea esto último porque no me pega mucho un peón de ajedrez con el contenido del poema...pero como tú haces asociaciones tan extrañas...

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  2. Bueno, lo de las asociaciones es libre y a mi por extraño que te parezca, desde el momento que lo edité me pareció una luna con bruma reflejándose en el mar y busqué una imagen semejante. Pero de ser un peón, seguro que llega a reina.

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