Y el verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros...
(Juan 1:14)
Y el verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros
y fluidos como cemento
rellenaron nuestros huecos,.
vibrando con las caricias
con orgasmos y con besos.
Cuando hubo que separar
esa amalgama de miembros
ovillados con lujuria,
apretados con denuedo,
perdí parte del cerebro,
un vientre con mariposas,
un día lleno de alegría,
y otras mil valiosas cosas..
Si al menos hubiera muerto,
me habría yo ahorrado este duelo
y en una caja de pino
dormiría bajo el suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario