Subo cada día a mi azotea y sueño
es como un desván hundido en el cielo,
la ciudad que veo es como una sábana
cubriendo gentes, fuentes y plazas
llenándose de vidas a lo largo de los años,
de botellas vacías, y trastos está mi azotea
y de plantas, albas y ocasos.
Jamás está vacía de palomas, aviones o cometas.
Siempre oirás el bullicio infantil
y en las noches más bellas
verás la luna y las estrellas.
de botellas vacías, y trastos está mi azotea
y de plantas, albas y ocasos.
Jamás está vacía de palomas, aviones o cometas.
Siempre oirás el bullicio infantil
y en las noches más bellas
verás la luna y las estrellas.
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